Que bonita es la magia!

Todo salió perfecto: La carta que la espectadora firmó ya no es la que ella cree que es, y que sujeta desde el principio del espectáculo. La carta real está ya preparada para aparecer detrás de un cristal al lanzar la baraja. Ese es el juego que nos propusimos hacer Gea y yo, improvisadamente, en el auditorio de Salamanca, donde dábamos el espectáculo de cerca ayer noche.

Va llegando la hora de la hazaña, Gea ya ha acabado su bloque, hemos realizado algunos juegos juntos... estoy a punto de concluir mi pase con el juego del triunfo y hago la señal para que Miguel Angel salga a escena. Pero, algo pasa, Miguel Angel no sale... espero... pero no sale. Improviso un poco más... pero no sale... Lo llamo, pero no sale. Así que, viendo lo visto, termino la carta cazada con el pié, concluyendo así el espectáculo. Claro, ahora Gea debe salir para despedirnos... pero no... sigue sin salir... Recibo los aplausos, llamo a Gea... se crea una gran comicididad pero preocupación interna... sigo esperando y.... ¡plas! Aparece como de la nada, un poco hinchado.

Recibiendo los aplausos, le murmullo:

- ¡donde te has metido cabrón!

- Gea: ufff, me han despertado los aplausos... me he comido un trozo de pizza y me he quedado dormido.

- ¡Qué bonita es la magia!