Sentado en un vagón cualquiera del Ave, camino a Malaga para tomar el vuelo dirección a Estambul. Gea duerme plácidamente en su habitación, al lado de la que yo tomé para descansar, tras la actuacion de anoche en Madrid, en la sala Penélope. Gracias a los 150 asistentes que se desplazaron para vernos.
Claro que mejor hubiese sido más "intimo", pero igualmente, como todas las actuaciones, fue divertida y, espero, mágica para todos los asistentes. Y bueno, ya horas después, como cualquier otra, ya quedó atrás, fue una más que fue introducida en el saco de la experiencia.
Y ahora queda una nueva hazaña: Estambul. En algunas horas estaré por allí, con los amigos magos que allí esperan y esperando esperar, pasarlo una vez más en grande. Pero ese ya es otro post.
Saludos!
2 comentarios:
Pues mucha suerte en Estambul, llego a este blog a través del de Piedrahita, me lo apunto y volveré para ver que tal en Turkia. Un saludo
Gracias y bienvenido pues!
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